lunes, 18 de julio de 2011

Los conocimientos técnicos se adquieren, las habilidades sociales no.

Esta frase es como un mantra, a lo largo de los años la he escuchado varias veces y siempre en boca de altos responsables. Suelen decirlo como un consejo para enfocar la carrera profesional de personas que consideran valiosas.

El otro día, comiendo con unos compañeros de trabajo, salió esta frase en la conversación y me llevé una sorpresa. Personas que considero buenas técnicamente están de acuerdo con ella. Entiendo que haya personas que se encuentran cómodas en la parte técnica y no quieran tener que afrontar ciertos problemas de gestión o determinadas negociaciones con los clientes. Al igual que hay personas que tienen más afinidad con las ciencias y otros con las letras, existen personas a las que se le da mejor la parte técnica que la parte “social” de nuestra profesión. Lo que no entiendo es el desprecio en ciertos ámbitos del conocimiento técnico y me sorprende que profesionales valiosos no vean otra forma de aportar que no sea programando.

Los conocimientos técnicos se adquieren. Sí, los conocimientos se adquieren, pero llegar a dominar una materia, es difícil y requiere tiempo. No estoy hablando del conocimiento casual, de esa gente que repite cosas que han leído en un blog. Estoy hablando de un dominio real de la materia. Si la informática fuese como la física, estoy seguro que el 90% de la gente diría que conoce la teoría porque sabe E=mc2 aunque no comprendan lo que significa. Pasemos esto al mundo de la programación ¿Cuánta gente domina realmente un ORM? ¿Cuántos dominan el desarrollo web, saben que es un submit o diferencian el código que se ejecuta en el servidor o en el cliente?  y lo que es más sorprendente ¿cuanta comprende y es capaz de aplicar el paradigma de la orientación a objetos?

La trivialización del conocimiento en el mundo de la programación, ha hecho que no importe que la sepa gente o no. Ya adquirirán los conocimientos, que lean un blog o que copien unos ejemplos de internet y listo. Si el conocimiento técnico no se valora, pues tampoco se paga, así que mejor no perder el tiempo con esas cosas, ya que el fin del trabajo es ganar dinero para vivir. Lo cual provoca una peor preparación de los profesionales. Y eso se nota en el día a día de las empresas. Un ejemplo ¿A cuanta gente le miden el trabajo al peso, digo a pantallas y no por complejidad? y es que como se va a medir la complejidad si se desconoce lo que hay que hacer.

Las habilidades sociales no. Cuando uno aprende a programar comete errores, no solo técnicos, sino conceptuales (paradigmas de programación, arquitectura, etc). Al llevar estos conceptos mal interpretados a la práctica se pueden producir errores, si son detectados uno aprende, y si es un buen profesional lo asume e intenta remediarlo. Aunque no se posea aptitudes innatas, con la experiencia y el estudio se puede llegar a dominar. Quizás no al mismo nivel que una persona con talento natural, pero sí se puede llegar a desempeñar una tarea a un nivel más que decente.

Con las habilidades sociales pasa lo mismo. Que no nos engañen, las habilidades sociales necesarias para el trabajo se pueden estudiar, es más,  hay libros, charlas, cursos y masters de gestión, motivación, dirección y negociación. El problema es que estas habilidades también se deben practicar y a diferencia de programar, no se puede hacer en casa. Como su propio nombre indica, las actividades sociales requieren más de una persona, ya sea un compañeros, jefes o clientes y son esas personas con las que hay que solucionar los problemas. Dependiendo de la confianza que se tenga puede ser más o menos difícil solucionarlo.

Por otro lado, con el paso del tiempo, uno sigue madurando y teniendo experiencias sociales continuamente, al fin y al cabo vivimos en una sociedad. Se aprende de los errores y de las personas con las se convive. Ya conocéis el dicho “más sabe el zorro por viejo que por zorro”.

La frase que titula este post me preocupa, ya que es un síntoma que indica el menosprecio (o el desconocimiento) que sufre el conocimiento técnico en el mundo de la programación. Es un gran error pensar que la gente aprende como en Matrix cargando un programa en el cerebro. En ocasiones, los conocimientos requieren reposo, tomar perspectiva y comprensión, es decir, tiempo. Los programadores no aparecen debajo de las piedras, es necesario que se formen.

Las habilidades sociales no son dones que adquieren algunos al exponerse a la radiación de nuestro sol amarillo. Algunas personas que no poseen esas aptitudes innatas también pueden desarrollar sus habilidades sociales mediante la experiencia, el estudio y la práctica. Al igual que a un técnico junior se le pone un senior para que aprenda y se le asigna a proyectos menos críticos para ver su evolución. En los perfiles de gestión se debería seguir la misma política.

Sería deseable que se establecieran puentes entre el mundo de la gestión y el técnico para limar asperezas y eliminar prejuicios.

He omitido conscientemente el principio de Peter en este post, ya sé que “todo el mundo asciende hasta su máximo nivel de incompetencia” incluso hay gente que llega más alto gracias a la “patada para arriba”. Pero eso, eso es otra historia…

4 comentarios:

  1. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo contigo.

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  2. Al final todo se sustenta en las habilidades personales de cada uno.
    Hay ciertas habilidades que te permiten tener mayor capacidad de aprendizaje y evolucionar técnicamente con
    más rapidez.
    Mientras que otras habilidades te permite desenvolverte socialmente y tener una capacidad de negociación,persuasión,
    liderazgo, carisma...
    El gran problema es de valoración.
    Valoramos más lo segundo, porque se tiene la percepción de que se puede obtener una beneficio económico mayor.
    En definitiva, creo que ambas capacidades tienen un límite para cada persona, podemos mejorar y afinar, pero nunca
    alcanzar un "expertising" :P sino tenemos unas habilidades personales adecuadas.
    Se tiende a creer que aquello que se puede adquirir tiene menos valor. Que lo potencial es igual a lo real. Ese es el
    gran problema, que cuando creernos que podemos tener algo, no nos esforzamos en conseguirlo.
    Tener un buen conocimiento técnica sobre algo, es un hecho diferenciador.

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  3. Justamente tengo un amigo que de un tiempo a esta parte ha decidido mejorar sus habilidades sociales en lugar de las técnicas.
    Puedo aseguraros que se está desarrollando de un modo que mucha gente no habría creído posible, justamente por esa creencia de que las habilidades sociales son innatas.

    Personalmente opino que la creencia de que las habilidades sociales no se aprenden se debe a queson unas habilidades que ser pueden empezar a desarrollar desde muy pequeños. Seguro que conocéis a algún niño pequeño al que sus padres le consienten de todo, y seguro que os suena el estereotipo de la niña que consigue todo lo que quiere de su padre.
    No creo que hayan nacido con el "don", si no que probablemente tengan cierta facilidad para el tema (cono quien tiene facilidad para las matemáticas) o sencillamente han practicado mucho al ver que las técnicas les daban resultado.

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  4. Las habilidades sociales se puden mejorar, pero como todo hay que partir de una base. Si alguien tiene poca capacidad intelectual no se le puede pedir que sea un genio de las matemáticas. Con las habilidades sociales hay que partir de una base y a partir de ahí mejorar. Pero hay gente que es tímida por naturaleza o que no es capaz de enfrentarse a esas situaciones que por mucho que trate de evitarlo no va a mejorar

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